DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

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Planos se alzan en el aire formando volúmenes y uniones para crear una arquitectura que fue imaginada. Una fachada ciega, que abre tímidamente sus muros para que la luz la recorra, y en su interior, proyecta toda una vida por delante. Una exigencia divina motivándonos a hacer una arquitectura jugada que moviliza su entorno marcando su presencia.

El proyecto surge a partir de la necesidad de hacer una arquitectura simple y que sobre todo pudiera cumplir con su funcionalidad y la intimidad misma del espacio. Es por eso, el planteó de una obra que se oculte de la parte pública, con muros blancos pantallas, que a la vez sean en ellos donde se proyecte la sombra del árbol. Cada mañana, dándole otra dinámica a la fachada, entre sus muros volando se encuentra el acceso a la casa, con una imponente puerta, que abre el espacio dirigiéndonos a las diversas áreas.

En planta baja se dispone una sala de Estar-Comedor que se conecta con la cocina a través de grandes puertas que al cerrarse se mimetizan con los muros blancos. El Estar contiene una ventana esbelta calada en el plano horizontal que  permite la entrada de luz, generando el movimiento en las distintas horas del día y las estaciones, haciendo del muro una obra de arte. Un patio interior nos divide de la habitación principal, con una área de servicio donde sus orientaciones dan todas hacia la zona libre.

La casa abraza suavemente al Acer Palmatum, el árbol que fue concebido desde la primera instancia del proyecto, donde el mostrará el paso del tiempo y marcará las pautas de la vida.

En planta alta, detrás de sus muros ciegos, se ocultan las habitaciones secundarias que permiten una visión sutil y general del espacio, conectadas a través de un plano elevado que se percibe desde la gran altura del hall.

Casa al Interior fue la búsqueda de una introspección, donde no lo solo da lugar al cuerpo sino al alma que habita en él.